Hace 4.000 millones de años. El Sol brillaba con sólo el 70% de su intensidad actual. La atmósfera no tenía oxígeno libre. Los únicos sonidos eran los del viento, sel siseo de la lava al entrar en contacto con el agua y las explosiones de meteoritos. No había plantas, ni animales, ni bacterias, ni virus. Sobre este punto de inicio, las opiniones son variadas: nadie sabe a ciencia cierta cómo era la Tierra cuando apareció la vida. Hace mucho tiempo que las rocas que podrían encerrar posibles pruebas fueron deformadas por los movimientos de la corteza terrestre. Vamos a ver tres posibilidades del origen de la vida y reflejan las opiniones de eminentes científicos. “Los compuestos orgánicos se organizaron en algo que tenía la capacidad de copiarse a sí mismo -afirma Stanley Miller-. Una vez sucede esto, ya no hay marcha atrás. Comienza la evolución darviniana.”
¿La vida comenzó en una bola de hielo?

Muchos científicos opinan que el dióxido de carbono de la atmósfera mantuvo caliente al planeta, pero otros creen en un invierno global. “Yo digo: que se congele”-opina Jeffrey Bada, de la Scripps Institution of Oceanography en La Jolla, California-. Cuanto más baja es la temperatura, más estables son los compuestos.” Fragmentos interplanetarios, manantiales hidrotermales y reacciones atmosféricas podrían haber proporcionado compuestos como amoniaco, cianuro y formaldehído. Éstos reaccionaron en el agua encerrada en una retícula de hielo, proceso que da lugar a un aminoácido llamado glicina. Finalmente, el impacto de un meteorito gigantesco podría haber descongelado este mundo helado.
¿La vida comenzó en una charca?

Los glaciares, los volcanes, los géiseres y los pequeños cuerpos interplanetarios aportan diversos compuestos al agua, que los va acumulando en estanques y charcas poco profundas.
Charles Darwin y sus contemporáneos creían que la vida podría haber aparecido en una pequeña masa de agua, quizás una charca, idea que sigue vigente. Según Gustaf Arrhenius, geoquímico de la Scripps Institution of Oceanography, “la acumulación en un pequeño volumen es la manera más probable de obtener la concentración necesaria de ingredientes”. Dicha charca podría haber concentrado aún más los compuestos en las superficies internas de ciertos minerales laminados, que atraen a ciertas moléculas y actúan como catalizadores de las reacciones subsiguientes. Combinadas así, dos moléculas de aldehído-fosfato forman un azúcar fosforilado, un posible precursor del ARN.
¿La vida comenzó en una caldera?

Es posible que inmediatamente después de su formación, la Tierra fuese un infernal obre de magma. Incluso después de haberse enfriado, la atmósfera podría haber estado aún caliente en el momento de he aparecer la vida. “Había actividad volcánica por toda partes -afirma Günter Wächtershäuser, un químico alemán-. Los gases liberados por el magma líquido habrían estado saliendo constantemente de la superficie, dejando a su paso compuestos vitales.” Sobre una superficie estabilizante de pirita, el monóxido de carbono y un grupo metilo se combinan en una etapa del proceso de formación de ácido acético activado, una sustancia química esencial para la síntesis de otros compuestos orgánicos.