Descubren planeta situado a una distancia de aproximadamente unos 500 años luz de la tierra, este sería el planeta rocoso más grande que se haya logrado observar, este planeta fue descubierto el 28 de enero de 2016 y el hallazgo fue realizado por el astrofísico Néstor Espinoza en colaboración con su de la Universidad Católica de Chile y el telescopio cazador de planetas Kepler perteneciente a la NASA.
El descubrimiento lo realizo Néstor Espinoza, mientras cursaba el último año de su doctorado en Astrofísica UC, lo cual ha representado un importantísimo logro en su carrera.
Inicialmente, es astrofísico., realizo una serie de cálculos, los cuales le habían parecido erróneos, en vista de que para el momento se creía que un planeta tan grande no podía estar compuesto de roca.
Tras la duda en los cálculos, decidieron en equipo viajar a La Serena, donde está ubicado el Observatorio Astronómico La Silla, lugar donde pudieron corroborar que sus cálculos eran correctos.
La insistencia en este descubrimiento, lo llevo a determinar lo que sería el principio del fin de esa teoría y a descubrir lo que hoy es considerado el planeta compuesto de roca, más grande que se haya conocido hasta la fecha.
En sus primeras impresiones de Néstor indica, “hay que seguir tomando más datos ya que la composición exacta del planeta es incierta”. Además, aclara que no se ha descartado que la atmósfera de esta llamada “mega Tierra”, sea gaseosa.
Este planeta se encuentra situado en la constelación Aries, y se le ha otorgado el nombre de BD + 20594b, o también conocido como K2-56b, este planeta es aproximadamente unas 16 veces más masivo que el planeta Tierra y posee una densidad de aproximadamente 8 gramos por centímetro cúbico.
El nombre dado a este planeta, es como normalmente se hace, usando usando el código de la estrella, a través de la cual se logró descubrir el planeta. Por lo tanto, la estrella tiene el código BD+20594, y el planeta el mismo código que la estrella, seguido de una “b”: BD + 20594b , la cual es la que representa al planeta. Sin embargo el astrofísico indico que si por el fuese, el planeta se llamaría “El Golem” sin desmerecer el importante mérito de la estrella que antecedió al descubrimiento del planeta.
Su estrella de tipo K la cual está situada a una distancia de 496.08 años luz, es su estrella principal en el planeta BD + 20594b, es especialmente brillante, gracias a ello, los astrónomos que observaron el planeta lograron observarlo con un alto nivel de detalle, este tarda 42 días en orbitar su estrella.
El planeta descubierto, y bautizado con el nombre de BD + 20594b, posee la mitad del diámetro de Neptuno, sin embargo, este está formado por roca sólida, lo que lo hace particularmente especial, ya que hasta ahora esto aparentemente es inexistente en el sistema solar.
La densidad de BD+20594b es media, y es consistente en una composición de silicato de magnesio MgSiO3 en un 100%, su masa no es definitiva, ya que probablemente contenga en su composición hielo, o posiblemente pueda tener una alta proporción de metales, se cree que este planeta rocoso podría haber tenido una atmósfera densa de hidrógeno y helio anteriormente, y que posiblemente esta habría desaparecido debido a impactos estelares.
Este planeta podría tratarse de un tipo de planeta rocoso completamente nuevo, el cual estaría revolucionando las teorías de formación planetarias que habían estado estipuladas hasta el momento del descubrimiento de este planeta rocoso, ya que con el descubrimiento de BD + 20594b se logra determinar que existen planetas rocosos más grandes de lo que estaba planteado, además desafía los cálculos que indican que un planeta con esas dimensiones debería ser gaseoso.
Sin duda, una vez más, queda claro que el universo es muchísimo más extenso de lo que se cree, y que aún queda mucho por descubrir y observar.
A pesar de que el descubrimiento lleva algunos años, aún hay muchos aspectos por explorar y determinar en este planeta rocoso, así como del resto del espacio, lo cual verdaderamente es un reto emocionante para los astrónomos y aficionados que dedican su vida a la observación del espacio.
Hay mucho camino por andar, y esperamos con bastante intriga, los nuevos datos que puedan aportar sobre este gigante planeta rocoso descubierto.