Un nuevo descubrimiento ha colocado a la comunidad científica a reflexionar. Se trata de un hallazgo sorprendente que inquietará durante mucho tiempo a los investigadores a cargo de este estudio. Un estudio que plantea grandes interrogantes y supera ciertas verdades ya concebidas en el mundo científico.
A 900 metros bajo el hielo de la Antártida, se ha identificado nuevas especies con vida. Los biólogos están sorprendidos sobre el nivel de vitalidad que tienen estas especies. Así que las primeras preguntas se han enfocado en reconocer cómo llegaron dichas especies hasta allí y cuál es el tipo de alimentación que poseen.
Pero más allá de eso, la pregunta más fascinante es: ¿Desde hace cuánto que se encuentran ahí? Son especies catalogadas como desconocidas a la fecha. Todo este hallazgo, fue publicado recientemente en la revista Frontiers in Marine Science. Son especies cuya vida se opone a los -2,2° centígrados que propone esta parte del planeta.
Una perforación muy profunda de capas de hielo
Este descubrimiento aconteció en la plataforma de hielo Filchner-Ronne. Se trata de un lugar establecido hacia el sudeste del continente antártico, más exactamente en el mar de Weddell. Se realizó una perforación en las capas de hielo, hasta conquistar una profundidad de 900 metros.
A esa profundidad, la temperatura es demasiado fría como para garantizar la vida de una especie. Se trata de una serie de animales estacionarios. Más exactamente se hace referencia a lo que son las esponjas. Y son un tipo de especie hasta ahora desconocidas que se adhieren a las rocas ubicadas en lo más profundo del mar.
Lo fascinante es que su forma de vida prolifera en las rocas del fondo del mar. Así que de inmediato se entró a cuestionar sobre cuál sería el destino de estas formas de vida, en caso de que la misma plataforma de hielo se viniese abajo. En caso de que eso sucediera, se perdería pista alguna sobre estas formas de vida.
Está claro para muchos científicos que toda la región del Océano Austral, representa una zona muy inexplorada. Esto quiere decir, que son entornos a los que poco se le ha prestado atención. En cierta medida está claro por qué no se le ha prestado atención a esta región del mundo: el aplastante y delirante frío.
Las investigaciones de la Antártida comprenden territorios poco amplios
Además de esto, se trata de un territorio que comprende alrededor de 1,5 millones de kilómetros. De acuerdo a las estimaciones e investigaciones realizadas hasta nuestros días, apenas se ha logrado estudiar el tamaño de una cancha de tenis, en un total de ocho zonas perforadas.
De modo que aunque resulta sorprendente reconocer vida en esas rocas a tal profundidad, la pregunta se mantiene. Y es que en condiciones tan frías, la vida de especies se vuelve intolerable. Realizar este descubrimiento de especies estacionarias, coloca en duda toda una tradición sobre la resistencia evolutiva de las formas de vida ante el frío.
De acuerdo a lo que se ha podido reconocer, estas especies ofrecen un dato muy singular. Son especies que sobreviven con un tipo de alimento de zonas inferiores, cuando en realidad los animales estacionarios se alimentan de los recursos en zonas más iluminadas por el sol.
Un misterio en torno a su supervivencia y su alimentación
Por ejemplo, lo que ocurre en los mares tropicales y mediterráneos, la vitalidad de las esponjas y los corales depende de las formas de vida ubicadas en las zonas superiores. En estudios pasados, en la la región antártica se han reconocido ciertos depredadores y también carroñeros de menor tamaño. La cadena alimenticia de estas especies mantiene la supervivencia de abajo arriba.
Es decir, las especies más grandes se alimentan de las más cercanas a las de la superficie. Los peces, las medusas y otras especies como los gusanos o los krill establecen todo un filtro sobre que especies pueden sobrevivir en las condiciones que impone el frío de la Antártida. Por eso resulta sorprendente que los animales estacionarios encontrados a 900 metros bajo el hielo, hayan sido reconocidos.
Lo que se ha podido sospechar hasta ahora es que existe una gran relación entre la mismo roca en la que se encuentran estos animales estacionarios. Al parecer los minerales y otros componentes de la roca sirven como alimento de estas especies. Pero todavía falta mucho por descubrir al respecto.
Una auténtica sorpresa para el equipo de geología
Para el equipo a cargo de este descubrimiento, que estuvo liderado por el geólogo del BAS, el Dr. James Smith, este hallazgo fue toda una sorpresa. Lo que se esperaba recopilar eran muestras de sedimentos bajo las plataformas de hielo. Se intentaba llegar hasta el núcleo mismo de estas muestras. Pero las imágenes del video dejaron a todos asombrados.
Cuando la perforadora golpeó contra la roca, el asombro surgió de inmediato. Lo que el equipo de investigación geológico deseaba reconocer eran muestras de barro, pero la roca supuso algo que no esperaban y cuando vieron las imágenes, el asombro se potenció al reconocer aquellas criaturas.
Esta investigación representa ahora una nueva línea de estudio donde se entrará a debatir sobre la relación de supervivencia de las especies y el efecto de la luz solar, de la mano a lo que es el efecto de temperaturas bajo cero.
Pero a su vez, este estudio nos deja reflexionar sobre lo mucho que se desconoce sobre las formas de vida de los territorios árticos del planeta.