En invierno nuestra piel sufre grandes cambios térmicos, el frio y el aire pueden provocar un exceso de sequedad en nuestra piel. Siempre pensamos que debemos tener especial cuidado en nuestra piel durante los meses de verano, pero esto no es así, la piel debe cuidarse tanto en invierno como en verano.
Nuestra piel es el órgano mar grande del que dispone nuestro cuerpo, por este motivo debemos cuidarlo con un énfasis especial.
Consejos para cuidar nuestra piel este invierno
Ropa de algodón
Los diversos cambios térmicos extremos a los que está sometida nuestra piel en invierno, provocados por las calefacciones de nuestro hogar u oficina y el frío o viento que nos encontramos al salir a la calle, nuestra piel se resiente, provocando sobre ella una sequedad o irritación que puede acabar en rojeces, descamación u otras patologías.
Por estos motivos es muy importante tener en cuenta que, durante el invierno, debemos utilizar ropa de algodón que permita mantener el calor y, sin embargo, permita la transpiración de nuestra piel. El algodón evita que la humedad quede atrapada sobre nuestra piel y, además, ayuda a mantener una temperatura correcta. La ropa de algodón es una aliada perfecta para ayudarnos a regular la temperatura y humedad de nuestra piel.
Beber agua
Tanto en verano como en invierno, la hidratación es un factor fundamental para nuestro cuerpo. Pues para nuestra piel no es para menos, mantener una hidratación interna correcta, nos ayudará a evitar un exceso de sequedad en la piel que pueda provocarnos deshidratación. Debemos beber las dosis de agua mínima recomendada, para evitar la deshidratación de nuestra piel.
Dieta equilibrada, vitamina C y productos antioxidantes
Mantener una dieta equilibrada, es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestra piel, manteniéndola hidratada y con los correctos aportes de vitaminas y nutrientes que necesita. Además, podemos incluir en nuestra dieta productos con fuertes aportes en antioxidantes (nueces, alcachofas, brócoli, judías, etc.), los cuales ayudan a la hora de luchar contra los famosos radicales libres, los cuales pueden provocar un envejecimiento prematuro de nuestra piel.
Elimina toxinas
Como hemos comentado, nuestra piel es el órgano más grande que tenemos en nuestro cuerpo. Nuestra piel ayuda a la eliminación de toxinas de nuestro cuerpo. Podemos ayudar a que nuestra piel elimine de una forma más correcta las toxinas, las cuales se acumulan en nuestro cuerpo, con una pequeña exfoliación dos veces por semana.
Una exfoliación suave de nuestra piel, un par de veces por semana, ayudará a nuestra piel a la hora de eliminar toxinas de una forma más eficiente.
Evita el agua muy caliente
Debemos evitar ducharnos o darnos un baño con el agua excesivamente caliente. Esto es debido a que si nos duchamos con agua muy caliente, podemos dañar la capa lipídica de nuestra piel, provocando que nuestra piel se reseque con mayor facilidad.
Hidrata tu piel
El frio seco del invierno puede fomentar una deshidratación en nuestra piel, la cual podemos ayudar a contrarrestar utilizando cremas que nos ayuden a la hora de mantener una hidratación profunda y óptima. Pero, además, debemos tener en cuenta que la zona de los codos, rodillas y pies deben ser hidratadas con cremas específicas, ya que estas zonas son más susceptibles a la deshidratación.

Seca bien tu piel
Durante el invierno debemos tener un especial cuidado en mantener nuestra piel seca y evitar que se acumule un exceso de humedad en zonas sensibles de nuestra piel. Un exceso de humedad puede ser perjudicial para nuestra piel y puede producir dolencias o heridas que faciliten la entrada de microorganismos a nuestro cuerpo.
Protección solar
Muchas personas consideran que durante el invierno la piel no necesita de protección solar, pero eso es algo totalmente falso. Durante el invierno nuestra piel debe estar protegida con una crema de protección solar, de esta forma evitaremos que las radiaciones solares puedan dañarla. Además, si vamos a realizar deporte al aire libre o, simplemente, vamos a estar expuestos durante horas al sol, debemos protegernos con una crema solar apropiada.
Sobretodo debemos tener cuidado con las zonas más expuestas como: labios, cara y manos. Lo mejor es utilizar una crema hidratante que contenga una protección solar.
Tus labios
Una de las partes de nuestra piel que más sufre en invierno es nuestros labios. Debido al frío y el aire, nuestros labios se cortan y resecan, llegando a producir rojeces y pequeñas heridas. Para prevenirlo, podemos utilizar un cacao labial con protección solar que evite la sequedad de nuestros labios y, además, los mantenga protegidos frente a los rayos del sol.
En conclusión…
Debemos cuidar nuestra piel durante todo el año, pero con un mayor énfasis durante épocas del año con un clima más extremo, como puede ocurrir en invierno o verano.
Existen diversos tipos de piel, y es por este motivo, que antes de utilizar una crema, lo mejor es consultar con nuestro médico o farmacéutico para que nos garanticen cual es la crema más apropiada para nuestra piel.
En definitiva, para cuidar nuestra piel durante el invierno debemos mantenerla hidratada, protegida de los rayos solares y evitar el exceso de humedad, secando correctamente nuestra piel y utilizando ropa de algodón que permita una buena transpiración.
Si deseas conocer mas sobre nuestra piel, no te pierdas el siguiente artículo: La piel como un órgano vital más y el bronceado