La actriz Elizabeth Taylor, aparte de tener un gran talento, era muy reconocida por el color violeta de sus ojos. Ella contó con la suerte que muy pocas personas en el mundo tienen: que el color de ojos tuvieran una tonalidad distinta al clásico marrón, negro, verde o azul, entre otros.
La parte que otorga el color de ojos se denominada iris. Suele tener una extensión de apenas 12 milímetros en medio de la cual aparece el punto negro de la pupila. El iris, tiene la virtud de abrirse o cerrarse de acuerdo a la intensidad de luz que recibe. Esto se debe al hecho de que está formado por tejido conectivo.
Lo que dice la ciencia sobre el color de ojos
Ahora bien, lo que define la tonalidad del iris es nada más y nada menos que el pigmento. Un pigmento que es fruto del trabajo de las células del iris, denominadas como melanocitos. Son las mismas células que se hacen cargo de definir el pigmento del cabello y la piel.
Se sabe que los melanocitos ofrecen dos tipos de pigmentos. El primero de ellos es la eumelanina, que es la que ofrece el color marrón y negro. En cambio, la feomelanina tiende al color rojo. Lógicamente los colores oscuros dependen de la eumelanina, pero la feomelanina es la que se encarga de equilibrar la aparición de colores como el marrón.
Ya en este punto te estarás preguntado entonces que pasa entonces con los pigmentos como lo es el azul. Lo que ocurre es que debido a las fibras de colágeno y dependiendo de la dispersión de a luz, el ojo adquiere dicho tono.

La genética y la ciencia respecto al color de ojos
Además del efecto de la pigmentación depende entonces del efecto del color marrón y rojo, como a su vez de las fibras del colágeno que da consistencia al iris. También se habla del concepto de la topografía del iris. Este último concepto se refiere a la presentación física que tiene el iris, siendo un patrón exclusivo que determina la genética de la persona y que logra que la luz le otorgue su color.
Sobre el color de ojos existen conceptos más complejos. Por ejemplo, también se habla de la densidad de las fibras de colágeno, lo cual permite observar en la topografía del ojo ciertas depresiones o surcos. Estas tienen el nombre de estromas de Fuchs, según la ciencia.

También se habla de la aparición de ciertas manchas blancas, que reciben el nombre de nódulos de Wolfflin. Finalmente, también se hace referencia al Nevi, que son las manchas oscuras que se derivan del aumento de la elaboración del pigmento, debido a la participación de los melanocitos.
Más sobre la genética y el color de ojos
De acuerdo a estudios de la ciencia, existen un total de 11 genes que tienen la misión de determinar el color de los ojos. Esto es un descubrimiento que años atrás era improbable; anteriormente se creía que el color de los ojos era producto de un solo gen. Con esta tesis, se sostiene que dos padres de ojos oscuros pueden llegar a tener un hijo de ojos claros.
Un estudio llevado a cabo por Manfred Kayser, quien es profesor de biología molecular en Holanda, indicó que es probable que con el avance de la ciencia y el estudio del genoma humano, sea posible identificar más genes. Para sustentar esta tesis, el equipo de investigación estudio el iris de más de 3.000 mil personas.
Esta investigación reveló que la genética y el color de ojos de los hijos de una pareja se pueden predecir con solo analizar a fondo fotografías de los padres. Se sigue entonces un patrón, pero no se puede ofrecer verdades absolutas sobre las predicciones, debido al número de genes que participan en el desarrollo del feto.
Este estudio de la ciencia sobre el color de ojos deja en claro entonces que todavía queda mucho por descubrir sobre el iris.