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Voyager 1 tiene problemas técnicos pero está demasiado lejos para repararlo. Esto es lo que ocurrirá

Si no conoces a Voyager 1 y la importante misión que está llevando a cabo, no hay problema que aquí te ponemos en contexto sobre lo que hace y el gran problema que ha enfrentado recientemente que ha puesto a la NASA de cabeza.

Voyager 1 es una sonda espacial bastante antigua, lanzada en septiembre de 1977 desde Florida para empezar una misión de larga duración que sigue en proceso incluso después de 45 años.

Su misión básicamente es encontrar dónde están los límites de nuestro sistema solar, además de estudiarlo a detalle y explorar lo que hay justo fuera de este, en el espacio interestelar.

Para agosto del 2012, nos enteramos que la sonda ya había viajada 19.000 millones de kilómetros de nuestro Sol, convirtiéndose en el primer aparato terrestre en dejar atrás la heliopausa.

¿Qué significa esto de dejar la heliopausa? Básicamente se trata de ese punto de transición donde termina el aire solar de nuestro Sol, y empieza a percibirse el aire solar de otro sistema solar diferente.

Gracias a Voyager 1, quien tenía como misión inicial pasar por Júpiter y Saturno, fue más allá de las expectativas de los expertos y fue el primero en enviar imágenes impresionantes de los satélites de ambos planetas, esto en junio del 2021.

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Ahora, se ha convertido en la primera nave espacial que ha estado más lejos de nuestro planeta, sin embargo, en la recta final de su misión que tiene como límite el año 2025 cuando ya no tenga energía para alimentar sus instrumentos y componentes, han presentado problemas técnicos que es imprescindible arreglar.

Voyager 1 había estado en silencio todos estos años y ahora ha mandado señales extrañas, ¿qué está sucediendo?

Estas señales han sido captadas por la red de Espacio Profundo, grandes antenas ubicadas en Madrid, California y Australia, quienes han recibido señales débiles de la sonda desde su lanzamiento.

La sonda envía de vez en cuando datos sobre densidad de plasma, rayos cósmicos y campos magnéticos que se va encontrando en el camino, esto gracias a los instrumentos con los que está equipado y afortunadamente aún tiene energía para alimentar.

Para ahorrar energía, la sonda está programada para apagar estos instrumentos  especialmente en áreas del espacio donde no se espera que haya nada interesante o detectable por los instrumentos, entre estas las cámaras que no capturarían nada más que el vacío oscuro.

Pero muy recientemente las señales que han llegado han sido diferentes. Todo parece indicar que la antena se ha desviado y ya no apuntan más hacia nuestro planeta así que no se debería de detectar señal alguna, sin embargo sí están llegando dichas señales. ¿Cómo es posible?

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Se dice que el sensor que mide la orientación de la nave se ha averiado, así que, aunque este detecte que está desviada la antena, en realidad está en el lugar correcto, o al menos esa es la explicación más lógica.

La radiación a la que está expuesta en el espacio pudo haber sido la causante de esta descompostura a nivel de calibración, ya que si hubiese sido el impacto de algún cuerpo espacial, definitivamente no se recibiría señal alguna.

¿Es viable un plan de respaldo para tratar de arreglar el problema?

Como sabemos, Voyager 1 se ha desplazado por 45 años, lo que lo ha llevado a recorrer 23.300 millones de kilómetros de nuestra tierra. Está tan lejos que la señal que envía (y que sería instantánea en la Tierra), tarda dos días en llegar.

Con la limitante de la distancia, la NASA no le queda de otra más que hacerse de los planes de respaldo más variados y creativos posibles como en 2017, cuando tuvieron que activar unos propulsores auxiliares que habían estado desactivados por 37 años, cruzaros los dedos y afortunadamente funcionaron cuando los principales fallaron.

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Pero poco o nada se puede hacer con la degradación del equipo por radiación, tendría que sustituirse, algo prácticamente imposible a tres años de terminar la misión. Y dado que es un problema menor, es decir, que no afecta realmente al funcionamiento de la antena y sigue enviando señal, realmente no es necesario hacer mucho.

Eso sí, todo parece indicar que tendrán que echar números y matemáticas para conocer la orientación posible de la sonda, pues con el sensor roto ahora no se sabrá si el trayecto que sigue es correcto.